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morochisima

Capítulo 15

Otra vez acá, plantada como árbol a tierra frente a este monitor, intentando al menos, plasmar en estos escritos tan solo un bosquejo de todo lo que se me ocurre, de la inmensidad de cosas que pasan por mi cabeza, por mi corazón.
Estamos en el capitulo XV, y a lo largo de este transcurso a través de mi historia, les conté acerca del amor, de mis afectos mas cercanos, de mis problemas… Hablé sobre esta maldita sociedad y sobre la amistad; sobre utopías y sueños… pero hoy, justamente hoy, quiero hablarles sobre algo que no puedo lograr superar. Sobre un fantasma que me sigue a cualquier lugar, sobre una sombra maligna que no solo me atemoriza, sino también que me entristece: Los celos.
Él es tanto para mí, que esta ridícula fuerza de celarlo por cada mínimo y tonto detalle logra controlarme al 100 x 100. Sé que debería ser distinto, que como dice Roberto Arlt en sus “Aguafuertes Porteñas” los celos fueron hechos para las personas poco inteligentes, pero es algo que no logro evitar.
¿Será que sin lugar a dudas, su amor ha logrado estupidizarme de manera inevitable…? ¿Sintieron ustedes el temor de perder a una persona, cada vez que esta sale a comprar el pan? (…) ¿Saben lo que significa tener el pensamiento de que en algún momento pueda conocer a alguien especial y marcharse sin más explicación que un solitario e insulso adiós?
Sé que este es un sentimiento que a corto o largo plazo voy a tener que superar, pero en este instante se me hace mas que imposible. No logró pensar que otros ojos que no sean los míos puedan posarse sobre ese cuerpo perfecto. Sobre esa anatomía que tiene mi nombre marcado con fuego. Sobre esa piel que en mas de una noche, me hizo delirar de placer.
No logró imaginar que su nombre quepa en la cabeza de otra mujer, que otra lo piense, que otra fantasee con lo que ya tiene dueña. No puedo permitirme que otra persona palpite la magia de su amor, que sus palabras resuenen en otra mente, que su risa haga reír a otra boca y que otro cuerpo tiemble y explote al mismo tiempo de igual manera que me ocurre a mi cada vez que él me hace sencillamente suya.
¿Y si el día de mañana conoce a alguien de quien se enamore locamente, sin divisar consecuencias, por quien dejaría todo?… ¡Tengo miedo de perderlo! Tengo miedo de que la presencia de otra mujer logre inquietarlo, o que el recuerdo de alguien aún palpite en su corazón. Y realmente no se porque siento todo esto, no se porque me empecino en hacerme mal a mi misma, no se porque pongo en tela de juicio a todo el verdadero amor que me brinda desde hace ocho meses maravillosos.
¿Ustedes logran entenderme? ¿Saben como sufro yo cuando aparece en mi cabeza toda esta revolución de locos sentimiento? Es muy compleja la psicología del celoso. Una vez leí un texto que hablaba sobre eso, y la veracidad del mensaje me asombró … hablaba de que las mujeres muchas veces disimulaban los celos y eso hacía parecer que eran menos celosas que los hombres, hablaba de que los celos no radican en la falta de confianza, sino en el miedo casi inhumano de perder a la otra persona. Hablaba de los celos como un acto poco racional, pero también hablaba de una gran verdad; el que cela, no cela porque sí, cela porque ama. Y si hay algo que nadie puede negar es que yo amo a este hombre, lo amo como nunca amé a nadie, y como jamas pensé que se podría amar. Por él lo doy todo… él es mi todo, y si tengo tanto miedo a perderlo, es porque sé, que si esta hermosa historia de amor, algún día tuviese que finalizar, entonces nada me quedaría por vivir. Él es mi principio y mi fin, todo empieza y acaba en él… y si dejo de tener la dicha de tenerlo a mi lado, ya no tendría nada que comenzar.

“Porque él es mi amigo, mi novio, mi amante y mi todo”
Flavia Nieves

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