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morochisima

Capitulo 19

Hoy, después de mucho tiempo, quizás demasiado, y muchos cambios en mi vida, vuelvo, con felicidad y melancolía, a escribir. Y me pregunto, confundida y divertido, en que se transformaron estas frases convertidas en párrafos y luego estructuradas en mediocres capítulos. Muy lejos están estas palabras de ser convertidas en un libro que se le pueda vender a doña Rosa o a don José, pero tal vez, se me ocurre, que pueda ser un valioso regalo para todos aquellos que me quieren, que disfrutan de mi ocurrencias, o que de alguna o otra manera me acompañaron a lo largo de mi vida. Y en definitiva, estos escritos son eso, simplemente un reflejo de mi... Nada mas, ni nada menos.
Un reflejo de mis miedos, de mis sueños, de mis pensamientos, de mis locuras, di mi alma. Y de alguna manera, también es un reflejo de la gente que me rodea, porque ellos, o ustedes, son parte de mi.
Hoy, a solo unos meses de cumplir 21 años de edad y a solo unos días de festejar mi segundo aniversario con ÉL, puedo contarles que me senté a escribir en un lugar distinto a donde solía hacerlo. Ahora el ambiente tiene olor a sándalo y a torta casera recién sacada del horno. Tiene el perfume del amor, de dos personas que se amaron demasiado para vivir separados por las obligaciones del día a día. Tiene la marca de dos personas que a pesar de muchas piedras que se toparon en el camino, siguieron viaje, esquivando algunas y tropezando con otras, pero siempre se levantaron para continuar.
Hoy, la vida me sorprende con miedos y anhelos distintos, aunque seguramente, son mas los anhelos que los miedos. Hoy por algun motivo, he decidido, que estos escritos, los que me acompañaron a lo largo de casi tres largos años, se terminen acá. Sin despedidas melancólicas, sin insulsas explicaciones. Simplemente, este es el final.
Un final hermoso que abre camina, para un principio aún mejor!

¡Hasta siempre!

"LA MOROCHA"

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