Capitulo 2
Siento un calor sofocante y el ventilador ubicado en una esquina de mi habitación lucha casi inútilmente contra la atmósfera pesada de enero.
Hoy la tristeza volvió a mí... Parece que me espera un año difícil.
Es raro que acuda a este teclado empolvado solo cuando me siento vacía, nostálgica... agonizante.
Ojalá pudiese lograr que estos escritos tenga un poco de mi alegría, de mis ganas de vivir, de mi espíritu luchador e idealista; pero como hacerlo, si solo me siento delante de esta maquina cuando siento que no tengo mas salida que... escribir.
Escribir lo que siento, escribir de una u otro manera este dolor... El dolor de sentir que todo lo que hago esta mal, que para que pueda dar tres pasos sin tropezar en el cuarto, tengo que permanecer encerrada en las cuatro paredes que limitan mi habitación... Pero no puedo vivir toda mi vida dentro de una burbuja, ni quiero tampoco.
Me gusta la aventura, la adrenalina, pero muchas veces, en mi locura o a veces, en mi rebeldía, lastimo a la gente que esta a mí alrededor.
Nunca pense que crecer doliera tanto, pero saben ustedes que triste es no sentirse feliz.
¿Saben ustedes lo que significa sentirse completamente vacía y no tener ganas de seguir adelante? ¿De despertar cada mañana con los ojos empañados, mirar por la ventana, ver el azul del cielo alumbrado por la más enorme y hermosa bola de fuego y sin embargo no tener las fuerzas de salir debajo de las sabanas y de quitarte ese viejo piyama? ¿Pueden entender lo que significa no saber para que lado correr? ¿Intentar sonreír y a dudas penas tener ganas de levantar el lado izquierdo de mis labios?
Si no lo saben amigos, ojalá jamas lo descubran, porque sentirse derrotada a los 18 años, es una de las cosas más tristes que le puede pasar a un ser humano.
Cae siete veces y levántate ocho
(Aunque me parezca imposible, aunque crea que todo esta perdido se que lo voy a lograr, que buscare las fuerzas hasta donde no las hay y me volveré a levantar, porque como dijo el che... ¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!)
Hoy la tristeza volvió a mí... Parece que me espera un año difícil.
Es raro que acuda a este teclado empolvado solo cuando me siento vacía, nostálgica... agonizante.
Ojalá pudiese lograr que estos escritos tenga un poco de mi alegría, de mis ganas de vivir, de mi espíritu luchador e idealista; pero como hacerlo, si solo me siento delante de esta maquina cuando siento que no tengo mas salida que... escribir.
Escribir lo que siento, escribir de una u otro manera este dolor... El dolor de sentir que todo lo que hago esta mal, que para que pueda dar tres pasos sin tropezar en el cuarto, tengo que permanecer encerrada en las cuatro paredes que limitan mi habitación... Pero no puedo vivir toda mi vida dentro de una burbuja, ni quiero tampoco.
Me gusta la aventura, la adrenalina, pero muchas veces, en mi locura o a veces, en mi rebeldía, lastimo a la gente que esta a mí alrededor.
Nunca pense que crecer doliera tanto, pero saben ustedes que triste es no sentirse feliz.
¿Saben ustedes lo que significa sentirse completamente vacía y no tener ganas de seguir adelante? ¿De despertar cada mañana con los ojos empañados, mirar por la ventana, ver el azul del cielo alumbrado por la más enorme y hermosa bola de fuego y sin embargo no tener las fuerzas de salir debajo de las sabanas y de quitarte ese viejo piyama? ¿Pueden entender lo que significa no saber para que lado correr? ¿Intentar sonreír y a dudas penas tener ganas de levantar el lado izquierdo de mis labios?
Si no lo saben amigos, ojalá jamas lo descubran, porque sentirse derrotada a los 18 años, es una de las cosas más tristes que le puede pasar a un ser humano.
Cae siete veces y levántate ocho
(Aunque me parezca imposible, aunque crea que todo esta perdido se que lo voy a lograr, que buscare las fuerzas hasta donde no las hay y me volveré a levantar, porque como dijo el che... ¡HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!)
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