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morochisima

Capitulo 8:

Este capitulo es para él, no hablemos con nombres, llamémoslo simplemente, “él”.
La noche, es fría, no parece diciembre, sino mas bien junio, cuando el invierno se está acercando y las calles sanbernardinas están cubiertas de hojas doradas. Y si, ahora que lo pienso fue más o menos para esa fecha cuando todo comenzó. No fue junio exactamente, pero si mayo, un 8 de mayo. Un 8 de mayo, mis labios se juntaron graciosamente con los de él, no entiendo muy bien como ambas bocas se encontraron, sin embargo tengo muy presente que estábamos viendo un partido de Boca, que perdimos y que milagrosamente, ese día a pesar de la derrota volví a mi casa feliz, tenía mariposas en la panza, algo estaba ocurriendo, y ahora que pasaron ocho meses desde aquel primer beso, es fácil de entender, por primera vez en mi breve existencia estaba comenzando a experimentar la magia del amor.
Me enamoré, me enamoré perdidamente, y lloré muchísimo cuando descubrí que él no sentía lo mismo. Entonces tome la decisión mas triste y difícil que nunca antes me había tocado tomar, tenía que acabar con tanto sufrimiento, con tanto dolor; entonces escribí una carta. Una carta de amor, una carta inundada en el llanto, una carta que con pulso nervioso, escudriñaba palabras de adiós. Y como dice Maná, le solté la rienda. Le di esa libertad que el tanto parecía amar. Y voló, desplegó sus alas y se echó a volar dejándome cinco meses de recuerdos, un par de fotos y un corazón hecho pedazos. Esa tarde quedé sin consuelo, pensé que todo había terminado, y nuevamente, me sentí derrotada. Creí que no volvería, creí que se había ido para siempre, pero nuevamente me volví a equivocar, solo que nunca antes, equivocarme, me había echo tan feliz.
Hoy hace dos meses que estoy con el hombre que amo y tengo la absoluta certeza de que finalmente él siente lo mismo que yo.
Hoy, con media sonrisa en los labios y el brillo del amor en la mirada, puedo gritarle al mundo que ya no le temo a la soledad, que ya no le temo a crecer, que ya no le temo al amor... que a su lado, ya no le temo a nada.

“Si amas algo, déjalo libre,
si vuelve es tuyo, sino, nunca la fue"

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